La Psicoterapia Integradora en el Tratamiento del Trauma y Apego en Niños: la importancia de la formulación del caso
La formulación de casos constituye el pilar fundamental antes de iniciar cualquier intervención terapéutica. Como enfatiza Eells (1997), formular un caso implica desarrollar hipótesis sobre las causas, precipitantes y factores que mantienen los problemas psicológicos de una persona. En el ámbito infanto-juvenil, esta formulación debe incluir una perspectiva sistémica, considerando no solo el síntoma individual del niño, sino también el contexto relacional y familiar que rodea y perpetúa el problema.
La comprensión sistémica del niño permite contemplar fenómenos como la parentificación u otras dinámicas patológicas que no son solo responsabilidad del menor. Litt (2012) señala que los problemas de autoestima en niños son a menudo el reflejo de su búsqueda de valoración dentro del núcleo familiar: Estas dinámicas familiares pueden llevar a la internalización de creencias negativas y, en última instancia, a un amplio espectro de problemas psicopatológicos como ansiedad, depresión y trastornos de la conducta, entre otros.
Por esto, para formular adecuadamente un caso infanto-juvenil, es crucial entender el síntoma en su contexto, estudiando la historia del menor y la dinámica familiar. La terapia debe enfocarse tanto en las relaciones pasadas como en las actuales, ayudando a los niños a diferenciarse dentro de su familia y a los padres a encontrar un equilibrio entre dependencia e individuación.
Además, es vital personalizar la formulación de cada caso, basándose en una comprensión profunda del paciente y su entorno familiar. Este entendimiento detallado, construido desde las primeras sesiones, es fundamental para establecer un plan terapéutico efectivo y adaptado a cada niño y su familia. Este enfoque implica hacer un diagnóstico dinámico, relacional y amplio, no meramente descriptivo. Porque simplemente poner una etiqueta para decir que un niño tiene “TDAH” o “Trastorno de conducta” nos aleja de hacer una buena formulación del caso que permita, por ende, un tratamiento eficaz.
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